La adquisición de productos a través de Internet en la actualidad no reviste ningún problema para la mayoría de los internautas, pero creemos que es diferente cuando se trata de comprar un vehículo. Si una persona quiere conseguir una moto, un coche, o una furgoneta, normalmente antes de dar el paso de la compra quiere verlo, probarlo, saber las condiciones de pago y como hacer el trámite del cambio de nombre ante la Jefatura de Tráfico.
En primer lugar, deberíamos quedar con el vendedor para comprobar el estado en el que se encuentra el vehículo. Ya que esta acción puede suponernos un desplazamiento al lugar de residencia del dueño del automóvil, resulta aconsejable pedir previamente unos informes a la Jefatura de Tráfico que indiquen si esta libre de cargas. Si tras la prueba del vehículo se continua interesado, y se decide comprar el mismo, el vendedor indicará que quiere cobrar antes de hacer entrega del mismo. Llegado a este punto como compradores debemos exigir la firma en un contrato de compra-venta en el que se detallarán las condiciones de la transacción, y a continuación ha de quedar claro como se va a realizar el cambio de titular del vehículo y quién tiene que pagar los gastos de la transferencia. Gastos que habitualmente corren a cargo del comprador, ya que el impuesto de transmisiones patrimoniales grava la adquisición.
Se han dado casos de compradores que han tardado mucho tiempo en hacer el cambio de nombre, con el consiguiente perjuicio a la hora de sanciones y tasas municipales que le son reclamadas a los vendedores. Para aclarar como se va a realizar el cambio de titular se puede recurrir a un profesional que informará del importe de los gastos (impuestos, tasas y honorarios), de los plazos en la tramitación y que se encargará de comprobar en el acto que la documentación que aporta el vendedor es correcta. De esta manera se adquiere el compromiso de que el trámite se va a realizar.
José Sánchez. Responsable Área Vehículos- Gestoría Rubio.