Cuando nos enfrascamos en la realización de nuestra declaración de la renta, es habitual la omisión de incluir todo tipo de ayudas y subvenciones recibidas durante el año. Y es que es de obligado cumplimiento incluir en el apartado de ganancias patrimoniales todas las subvenciones y prestaciones de organismos públicos y privados recibidos.
Las ayudas del Plan PIVE, las diferentes subvenciones que cada comunidad autónoma otorga o las ayudas del alquiler que existen en las distintas provincias, son datos que deben reflejarse en nuestra declaración de la renta. Sin embargo, es muy corriente el olvido de la inclsusión de estos datos debido a la falta de conocimiento por parte del contribuyente.
El Plan PIVE o Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente, es una subvención del Gobierno que oferta ayudas con una cuantía mínima de 2.000 euros a todas las personas que den de baja su coche viejo entregándolo al desguace y compren un vehículo menos contaminante. Por ello, si recientemente has comprado un coche con este tipo de ayuda, solo deberá tributar por 1.000€, que son los que aporta el Gobierno, mientras que el resto es la cantidad aportada por el concesionario. Así, dicha cantidad se declarará como ganancia patrimonial y no derivar de la transmisión de bienes.